Problemas gordos que pueden ser de muchos tipos: acoso escolar, problemas en casa, desórdenes alimenticios, autolesiones…
Situaciones muy complicadas que puede que no sepamos solucionar porque no hemos vivido una situación similar.
Así que cuando vemos a nuestra amiga llorando por culpa de gente que la insulta en clase, tirando la comida porque se siente gorda o haciendo cosas autodestructivas ¿cómo la podemos ayudar?
¿Le damos un consejo o pasamos del tema en plan `ya lo solucionará ella´? Pues ninguna de las dos cosas, hay que hacer algo, no podemos mirar para otro lado ni tampoco podemos empezar a darle consejos sin conocer qué le pasa realmente. Entonces ¿cómo la ayudamos?
Pues de la mejor manera posible: hablando con un adulto.
Aunque nos dé un palazo increíble y aunque nuestra amiga nos haya dicho que no le contemos sus problemas a nadie, nosotras no nos podemos quedar calladas.
El bienestar de nuestra amiga depende de nosotras así que tendremos que contar qué le pasa a la psicóloga del colegio o acudir a un centro de ayuda a la infancia y la adolescencia (en todos los países hay asociaciones con teléfonos gratuitos a los que podemos llamar para contar qué problema tenemos y ellos nos dan las opciones que tenemos para poder solucionar el problema).
Estas dos opciones pueden parecer un poco serias, pero es que hay problemas que realmente son muy serios y hay que solucionarlos de manera eficaz, hablando con profesionales que sepan realmente como ayudar.
Así que cuando vemos a nuestra amiga llorando por culpa de gente que la insulta en clase, tirando la comida porque se siente gorda o haciendo cosas autodestructivas ¿cómo la podemos ayudar?
¿Le damos un consejo o pasamos del tema en plan `ya lo solucionará ella´? Pues ninguna de las dos cosas, hay que hacer algo, no podemos mirar para otro lado ni tampoco podemos empezar a darle consejos sin conocer qué le pasa realmente. Entonces ¿cómo la ayudamos?
Pues de la mejor manera posible: hablando con un adulto.
Aunque nos dé un palazo increíble y aunque nuestra amiga nos haya dicho que no le contemos sus problemas a nadie, nosotras no nos podemos quedar calladas.
El bienestar de nuestra amiga depende de nosotras así que tendremos que contar qué le pasa a la psicóloga del colegio o acudir a un centro de ayuda a la infancia y la adolescencia (en todos los países hay asociaciones con teléfonos gratuitos a los que podemos llamar para contar qué problema tenemos y ellos nos dan las opciones que tenemos para poder solucionar el problema).
Estas dos opciones pueden parecer un poco serias, pero es que hay problemas que realmente son muy serios y hay que solucionarlos de manera eficaz, hablando con profesionales que sepan realmente como ayudar.
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